5 ago 2015

¿Junto al Mar?

     Hace cinco días ya que estoy y desde ayer que ni voy a ver el mar. Me quedo escuchando. Por lo menos se ve desde la ventana, pero la mantengo cerrada para que los ruidos de afuera no estorben a los de acá adentro. Veo el mar desde mi cama, para distraer mis ojos mientras mis oidos están lo más cerca de la pared. No pegados a la pared, porque eso sí que me da mucha impresión y no aguanto. Tengo que tener cuidado, porque si no, me pongo a pensar que estoy allá en la playa, y me imagino el sonido del mar, de la gente; después empiezo a hablar conmigo mismo reprochándome por distraerme, me callo enseguida, pero me cuesta volver a encontrar ese sonido tras la pared.
     Tuve suerte porque la habitación 7F era la única que quedaba, estaba apartada para un concurso literario, que gané y acá estoy. Era para dos personas pero yo vine solo, me tomé este tiempo para descansar de todo. Tuve que discutir con mi jefe para que me dejara libre esta semana, le costó encontrar un reemplazo para el hospital. Mi madre todavía está enojada porque no le dejé otra que ir a mi casa a darle de comer al perro.
     Pero desde que llegué esos ruidos me están arruinando las vacaciones. La primera noche intenté ignorarlos pero me obligaron a dormir poco. La segunda ya me hartaron y desde entonces, cuando volvía de haber pasado la tarde en la playa, me los quedaba escuchando, hasta no aguantar más el sueño para que vuelvan a despertarme. Todavía no descubro su procedencia. Desde ayer me quedo todo el día encerrado en la habitación escuchándolos y nada. Se escuchan al otro lado de la pared, a veces doy golpecitos yo a ver si responden, pero no modifican su irregular constancia por mí ni por nada. Y todavía no consigo descubrirlos.
     Esta mañana bajé a la recepción a preguntar quién, tan ruidoso, se hospedaba en la 7G. A lo que el recepcionista contestó:
     —Nadie.
     Cada número es un piso y cada piso tiene 6 habitaciones, marcadas con una letra. Ahora estoy pensando ir a pedirle ayuda para mover la cama contra la otra pared.


2 comentarios:

  1. ¿Será el eco de sus pensamientos? ¿Será algo que proviene de algún lugar fuera de toda comprensión?.
    Me ha gustado mucho este cuento, Tom. Al leerlo en vos alta se percibe un goteo en la musicalidad de las palabras, lo cual acerca a uno aún más a ese encierro con el mar cerca.

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias!, como siempre, es un gusto saber qué imagen da a alguien más, que no está infectado con lo que "se hubiera querido escribir".

      ¡Saludos!

      Eliminar